Aquí me hallo, sentada a tu vera, ya sea a tu lado o a los pies de tu cama pero contigo. Ese sentimiento de congoja me acompaña aunque la paz llena la habitación, una paz un tanto extraña pero reconfortante a la vez, algo que hace prever que el desenlace no será tan doloroso pues tienes a mucha gente que te quiere y te lo dice cada día.
Etiqueta: parte de mi
¿Lo sientes?
Este es un post para leer, escuchar y sentir. Observa la foto, lee y escucha aquí.
Cuando llega la hora y no sabes qué hacer
cuando tus talones están hastiados de tanto batallar
Y tú, ¿me quieres?
– No seas tonta, estás loca por él y lo único que haces es desaprovechar el tiempo… – le volvió a repetir, cansada incluso por escucharse tantas veces decir lo mismo.
– Si lo sé, pero pasa de mi… No me quiere porque no me lo demuestra – mencionó en un tono de resignación oculto al borde de las lágrimas.
¿Eres capaz o incapaz…?
Nos empeñamos una y otra vez en buscar solución a los problemas, queremos saberlo todo, controlar todo lo que nos rodea por pequeño que sea. Salimos a todos lados planeando hasta el más mínimo detalle: con quién, qué haremos, dónde iremos, a qué hora, cómo iremos. También llegamos a controlar con quién o quiénes vamos para no encontrarnos con nadie conocido (o al revés, hacernos el encontradizo con esa persona). Nos hacemos preguntas como: ¿qué vamos a comer? ¿cuánto dinero llevo en la cartera? ¿tengo gasolina en el tanque? ¿qué me pongo?… y un sinfín de preguntas, algunas inimaginables. Mi única pregunta, la única que me surge al imaginarme tal situación es:
Esta vez sí
Sonó su móvil con el tintineo que lo caracterizaba: era él, pero ella ya no era la misma….
En otras circunstancias habría corrido a responderle con la cara iluminada como un sol de verano, se hubiera puesto a pensar de inmediato en lo que ponerse para sorprenderle (aunque nunca le dijera nada de su vestimenta) y no hubiera parado de saltar por toda la casa y decirle a todo el mundo, que se encontrara de camino a la ducha, con quién iba a salir. Pero eso ya se había acabado.
Cuando un amigo se va
Hola hola, querido lector. ¡Alegra esa cara que ya tenemos nuevo post! Lee hasta el final y no te olvides de sonreír. ¡Allá vamos!
La gran mayoría de las veces, tanto tu como yo, nos hacemos ilusiones cuando conocemos a una persona y nos cae bien: comenzamos a hablar y parece que nos entiende en todo, que nos comprende y eso, como no, nos ayuda y nos alegra. Seguidamente comenzamos a hablar con más asiduidad, e incluso llegamos a quedar para conocerle, sin saber que, de esta manera, está entrando en nuestra vida tanto como nosotros en la suya. Hasta ahí bien: continuamos conociéndonos tanto nuestros defectos como nuestras virtudes, aunque los defectos se hacen más de rogar por eso del «miedo a que se vaya y nos quedemos como al principio de estar sin él o ella».
Anclada a ti
¡Hola a todos, queridos camaradas! Ya estamos por aquí de nuevo, haciéndoles disfrutar con los relatos que voy confiándoles. El relato de hoy es tan personal como mágico, que acompañaré con una imagen de mi querido amigo y socio Alberto Silva Hernández. Espero que te guste, allá vamos.
Abro las palmas, descubro lo que en ellas se encuentra: tu corazón está en mis manos, latiendo. ¡Está latiendo!
Lo que pocos saben
Buenas buenas, camaradas. En el día de hoy les voy a hablar de mi plan de futuro, algo que tengo claro desde hace bastante tiempo. ¡Allá vamos!
Muchas veces surgen en la vida esas pequeñas encrucijadas, bifurcaciones de camino que nos obligan a decidir… decidir si tomar la elección correcta o, por el contrario, la que queremos elegir. En este caso en particular, la elección fue fruto del sentimiento de devoción más profundo, me explico.
Desde que era muy pequeña tuve la gran suerte de tener maestras muy buenas: atentas y cariñosas sin dejar de ser profesionales, que enseñaran contenidos académicos y valores personales. Poco a poco se fueron haciendo referentes para mi, modelos a seguir de lo que me gustaría ser en un futuro: una buena maestra.
El beso II
¡Hola a todos, camaradas! Ya estamos por aquí una semana más, con ganas de contarles cosas nuevas.
El post de hoy va dedicado a esas personas que me han dicho que querían saber cómo continuaba el relato de “el beso” (adjunto el enlace aquí) pero, antes de empezar, me gustaría pedirte algo (a ti que me lees). Dejaré una canción que tienes que escuchar mientras lees el post, ¿trato hecho? Canción
Brindemos por ellos
Hola a todos de nuevo, navegantes.
Siento el retraso del post de esta semana, espero poder compensarlo con lo que les tengo preparado para el día de hoy.
Esta semana me gustaría continuar con un relato que ha marcado la vida de las personas desde el comienzo de los tiempos, hablo del amor fraternal.







