
Autor: maricriole
Bailando a querernos

Como una flor

Sentada frente a una muchedumbre,
con la luz tenue y las manos sobre mi regazo,
inspiré la calidez de tu recuerdo.
El calor de tus manos
Revivir

El amargor de un adiós
Hoy he comprendido
Nunca supiste sostener mi mano

Realmente llevo un mes sin hablar contigo
y lo único que he sentido ha sido paz.
Los votos que te diré cuando nos casemos

Hay momentos en los que el amor te sorprende
y te lleva a darte cuenta que existen tantos cambios
en uno mismo,
que consiguen que el amor tal y como lo conoces
sea capaz de cambiar.
Algo que no se compra
Alguien que te quiera como dice que te quiere,
para quien seas su prioridad
aunque el mundo esté cayéndose a pedazos,
quien cumpla sus promesas.
En su momento pensé que no era mucho pedir,
que quizá era lo único por lo que pagaría
si fuese la única manera de conseguirlo,
pero he aprendido que ni siquiera pagando
se puede tener lo que se quiere.
Y qué triste.



