Después de mucho tiempo,
hoy por fin he comprendido algo más.

Hoy he comprendido
a través de unos ojos amigos,
que el mundo gira
y a veces no es conmigo.

Hoy he comprendido
que el amor no siempre es correspondido
y eso no está mal.

Hoy he comprendido
que es imposible
querer y ser querido
de la misma manera.

Hoy he comprendido
que por encima de cualquier orgullo
está el punto de vista de la otra persona,
el punto de vista general
y el punto de vista de cada una de las personas
que conocen la situación.
A pesar de todo ello,
puede que todos tengan razón
y a la vez ninguno.

Hoy he comprendido
que querer y odiar
se encuentran a un centímetro de distancia
y que por ello hay que andar con cuidado.

Hoy he comprendido
que se puede dialogar con alguien que piensa igual,
pero hacerlo con una persona que piensa diferente
es mil veces mejor.

Hoy he comprendido
que mi manera de amar
no es la misma que la de los demás,
pero que a todas esas maneras,
se les puede llamar también amar.

Hoy he comprendido
que el amor tiene muchas caras.

Hoy he comprendido
que amar también significa aceptar,
dejar pasar,
tolerar
y que no a todo el mundo
podemos ponerle las mismas barreras.

Hoy he comprendido
que no se puede
(ni se debe)
ser paciente de la misma manera,
con las personas a las que estarás unido para siempre,
por muchas veces que te hayan roto
y por muchas veces que esa unión
haya intentado quebrarse.

Hoy he comprendido
a través de otros ojos,
esos que me quieren
por focalizar lo bonito en mi
y no dejarme jamás caer
en los errores de mis pensamientos,
por hacerme pensar
y ayudarme a cuestionarme
y hacerme preguntas,
a ir en contra de mis principios
y cuestionarlos,
a hacerme balancear la verdad y la dualidad,
el amor y el sentir,
el pensar y el querer,
a reconocer mis debilidades y fortalezas
para que, quizá, el día de mañana,
pueda ser mejor persona de lo que soy hoy.

Gracias a ti
hoy he comprendido,
y qué suerte.

Gracias.