Alguien que te quiera como dice que te quiere,
para quien seas su prioridad
aunque el mundo esté cayéndose a pedazos,
quien cumpla sus promesas.
En su momento pensé que no era mucho pedir,
que quizá era lo único por lo que pagaría
si fuese la única manera de conseguirlo,
pero he aprendido que ni siquiera pagando
se puede tener lo que se quiere.
Y qué triste.