Cuando un amigo se va

Hola hola, querido lector. ¡Alegra esa cara que ya tenemos nuevo post! Lee hasta el final y no te olvides de sonreír. ¡Allá vamos!

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La gran mayoría de las veces, tanto tu como yo, nos hacemos ilusiones cuando conocemos a una persona y nos cae bien: comenzamos a hablar y parece que nos entiende en todo, que nos comprende y eso, como no, nos ayuda y nos alegra. Seguidamente comenzamos a hablar con más asiduidad, e incluso llegamos a quedar para conocerle, sin saber que, de esta manera, está entrando en nuestra vida tanto como nosotros en la suya. Hasta ahí bien: continuamos conociéndonos tanto nuestros defectos como nuestras virtudes, aunque los defectos se hacen más de rogar por eso del «miedo a que se vaya y nos quedemos como al principio de estar sin él o ella».

Pasarán días, meses e incluso años, pero la relación llegará a un punto de inflexión en el que ya no parezca todo tan bonito: la relación se enfriará, los puntos de vista comenzarán a distar y, tal vez, se de lugar el famoso «ya no es lo mismo».

En ese momento será cuando tu corazón comenzará a romperse, tus esquemas y planes con esa persona cada vez serán más borrosos, vuestras alegrías ya no serán tan compartidas como antes, incluso disminuirá la asiduidad de vuestros encuentros.

A pesar de todo ello: distanciamientos, cambio de pareceres, implicaciones de nuevas amistades por parte de ambos e incluso discusiones, habrá algo que jamás podréis suplir, ese comúnmente conocido como: «no puedo dejar que se vaya». Es ahí cuando entra en juego el: «yo le quiero».

Esto, queridos lectores, es la amistad. Conocer sus gracias y desgracias, sus fortalezas y debilidades, sus puntos flacos y fuertes y, AUN ASI, permanecer a su lado por una única razón: AMOR. No es nada del otro mundo, nada sobrenatural ni factible, pero se siente.

Estoy segura de que has estado pensando en alguien al leer este relato y te aconsejo que se lo compartas, todos tenemos derecho a saber quién piensa en nosotros y quién nos quiere a pesar de la distancia.

«Un hermano puede no ser un amigo, pero un amigo será siempre un hermano» – Demetrio de Falero.
Con la colaboración de Alberto Silva.

4 comentarios sobre “Cuando un amigo se va

  1. Totalmente de acuerdo. Sí pensé en alguien mientras leía… pero, hoy por hoy, tengo que decir que tengo en mi vida a las personas que quiero a mi lado. Besos princesa! Una semana más eres única.

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    1. Bueno Isa, ya sabes que no siempre podemos contar con todas las personas que nos gustaría pero, como tu dices, no por ello tenemos que menospreciar a las personas que tenemos a nuestro lado que nos aguantan cada día. Me alegra que te guste, ¡muchas gracias por tu comentario y por tu fidelidad cada semana!
      Muchos besos.

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  2. no he podido sentirme más identificada con el texto. Amigos que creemos poder contar con ellos para siempre, y no siempre es así, pero al final todos luchamos por aquellas amistades que valen la pena, y nos alegran la vida. un saludo!

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    1. Tienes mucha razón y a todos nos ha pasado alguna vez, incluso con amigos muy cercanos a los que tratamos como hermanos. No obstante tenemos que tener en cuenta que los amigos forman parte indiscutible de nuestra vida y nadie aparece porque sí, todo tiene una razón intrínseca.
      Muchas gracias por tu comentario Anna, te invito a que continúes leyendo algún que otro post y me cuentes qué te parece.
      ¡Un saludo!

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