
Me siento frustrada e incluso en algún momento presionada por mi misma para que esto salga, que de esta situación se consiga algo positivo, que al final era el objetivo principal. Pero ahora mismo me siento bloqueada, paralizada e incluso con algo de miedo escénico quizá. Tal vez porque genero demasiadas expectativas, porque pretendo dejarlo zanjado desde la primera vez y no todas las cosas funcionan así, de hecho en la mayoría de los casos esto no funciona así. Tengo tanto miedo enmarañado con dolor y recuerdo que no sé muy bien dónde meter todo eso cuando tenga que hablar contigo, cuando tenga que desnudar mi alma ante ti como jamás lo he hecho, si no que más bien ha sido todo lo contrario durante todos estos años en los que hemos compartido el mismo planeta, que no quiere decir que sea el mismo mundo… es complicado y duro, como siempre explico a quien le hablo del tema. Al menos para mi, que sé esta parte de la historia y lo mucho que me cuesta avanzar. Quizá en su momento di un paso o un salto al vacío, un salto de valentía, pero de una valentía irracional que lo único que hacía era darme algo de ventaja o algo de tiempo, un balón de oxígeno para respirar, para creer que con eso podría respirar durante el tiempo que me durase, pero nada más lejos de la realidad… La verdad que no sé en qué momento me encuentro, cómo avanzar desde este punto, mi manera de proceder, mi modus operandi… y solo me centro en mi porque al final ahora mismo es el único punto de referencia que tengo y es en lo que debo centrarme, porque desde el primer momento he realizado todo este proceso por y para mi bienestar emocional y psicológico, y no precisamente por el de nadie más, porque en este momento solo me importa estar estable yo como Cristina de manera unilateral e individual. Es cierto que no sé qué hacer con todo lo que tengo guardado, con todo lo que ronda por mi cabeza, con los avances en paralelo del resto de situaciones en mi vida (que ahora mismo son bastantes y alguna que otra tormentosa). Estoy en este momento de mi vida en el que todo va avanzando hacia un lugar bastante desconocido para mi, que creo que a cada paso que doy estoy intentando solucionar mis situaciones, problemas, duelos, detalles… pero a veces cuando miro de reojo para detrás, lo único que veo es caos y un desastre que se avecina si sigo en esa dirección. No sé muy bien qué pensar, qué sentir, me siento perdida y siento que se me acaba el tiempo. El tiempo para decidir, para elegir, para avanzar, para ser feliz, para tener un destino, para llegar a una meta, la que sea que tenga mi vida, que en realidad ya no sé muy bien cuál es. Si hace unos años me hubieras preguntado, te hubiese dicho que formar una familia, marido, todos los hijos que la naturaleza pudiera darme, trabajar en un cole en el que dejaran expresar mi creatividad y vivir en una casa bonita, pero hoy en día ni siquiera sé si lo que me vendría mejor sería casarme para toda la vida, tener hijos es un acto tan egoísta que a veces me repugna, la educación ya no forma parte de nada en mi vida y una casa es algo físico, que ahora mismo me da absolutamente igual. Mis respuestas han cambiado y creo que ahora las preguntas son otras, pero creo que estoy buscando las que son porque no lo tengo muy claro. Quizá debería ahondar en el pasado para conocer el verdadero sentido de mi vida o quizá eso sea lo que me ayude a conocer porqué estoy aquí, porque creo que no le he encontrado el verdadero sentido a mi vida y no me refiero al que me han impuesto o para el que supuestamente he sido creada, si no para el que estoy preparada con todas mis cualidades, debilidades y virtudes, hasta donde soy capaz de llegar, que tampoco creo que sea demasiado lejos en cuánto a relaciones se refiere.
Siento que no estoy preparada.
No todavía.