«Porque somos tan iguales que si tú te vas, yo me voy también.»
Eras la pieza que faltaba en mi vida.
Te miro y comprendo que este es el inicio de algo grande,
incluso mucho más de lo que me pueda imaginar.
Nos elegimos entre el resto del mundo,
prometiéndonos estar siempre uno al lado del otro
aunque solo tú y yo sepamos los sentimientos que nos unen.
No puedo dejar de mirarte y,
cuando no puedo hacerlo porque la distancia lo impide,
no puedo dejar de soñarte.
Es inevitable que el corazón se me desboque cuando sé que voy a verte,
que la ilusión sea la protagonista del momento en el que
tu mirada y la mía se cruzan.
Recorreremos el mundo de la mano,
construiremos un futuro ilusionante
y precioso por haber sido fruto de nuestro amor.
No dudo de este sentimiento.