¿A dónde vas, Caperucita?

art-beautiful-beauty-1229771.jpg

Esta es quizá la historia de terror más famosa que más desapercibida ha pasado a lo largo de los años. Esconde amor, aventura y una profunda sensación de irresponsabilidad. Inocente, víctima y culpable se reúnen en un mismo relato, solo queda descubrir quién es quién con la total certeza de no errar en el intento. ¿Quién será capaz de descubrirlo?

Yo sabía que algún día se me volvería a romper el corazón cuando volviese a escucharte hablar de ella, pero no sabía que fuera tan pronto. Resulta que solo tú y ella tienen la ecuación perfecta para conseguir que mi amor se desmorone en su momento más álgido: cuando siento que te quiero más, te siento más, haría muchísimo más por ti, cruzaría mundos enteros solo para volver a verte hasta que aparece la eterna sombra que planea sobre ti y sobre mí desde el día que me mandaste ese primer mensaje.
«En este momento me hundo y solo ella tiene un bote para salvarme.» Y con esa simple metáfora sentenciaste mi cada día más lastimado corazón. La coraza que lo recubría hacía unos meses y que poco a poco se había ido disipando, producto del amor, ha ido endureciéndose lentamente y recobrando el sentido que tenía en un principio. Siento que me hieres, que me dueles, que quererte a veces quema desde lo más profundo de mi, que las sombras a veces son tan reales que se convierten en voz, decisión y determinación, que tienen intención de ir a por tu futuro y dilapidar tus más ansiados sueños y tus más fervientes pasiones. Porque tú cada día dejas entrar a esa víctima sin percatarte que Caperucita se mete cada día un poco más en la boca del lobo por dormir con la abuelita un rato más.

Un comentario sobre “¿A dónde vas, Caperucita?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s