Ella, en un ataque de sinceridad repentino, se había ganado la batalla y le había mostrado todos sus sentimientos encerrados entre líneas, le había propuesto mantener algo más que una amistad esporádica con sexo casual de por medio.
Él se negó.
Entonces ella se miró a sí misma y expiró. Expiró cada caricia, cada sensación, cada sonrisa, cada momento y el único sentimiento que había sentido hacia él: el amor.
Él no comprendió porqué no podían seguir como siempre.
Ella puso punto y final. Se sintió defraudada por su sexto sentido y partió rumbo a: Lejos de ti.
Él no sabía como afectarían esos cambios, pues pensaba que serían puntuales.
Ella sabía exactamente lo que había sucedido.
Él no sabía lo que acababa de perder.
Ella sabía exactamente lo que acababa de ganar.
Ella estaba completamente ex-namorada.*
Ella sabía los motivos por los que lo quería ya no coexistían con el cuerpo que se los había trasmitido en un tiempo atrás.
Y así acabó su historia: ella locamente ex-namorada y él locamente inconsciente.
*Enamorarse es amar a una persona por encima de todas las cosas, sin embargo ex-namorarse es amar todos los «algo» que ya no habitan en ningún «alguien».
Con la colaboración especial de @92Juanra