
Si pudieras estar en mi durante un minuto, lo entenderías.
Ojalá pudieras.
Y ella se dió cuenta de cuánto la amaba, de cuán importante estaba siendo en su vida. De cuánto bien y mal le estaba haciendo.
No necesitas banda sonora ni coros ni instrumentos
porque tú ya lo pones todo,
el solista,
la historia,
la alegría,
los coros e incluso la instrumentalización.
Esa sonrisa ya de por si es música.
Aunque me digas al oído estrofas de la canción
previas a la frase:
«yo te necesito».
En este mundo cada vez más loco, insalubre y peligroso,
¿quién se atreve a ser responsable del declive?
Este pensamiento es un reto y es demoledor.Reafirma la necesidad urgente de tomar las riendas de este este mundo peligroso en todos los sentidos.
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Muchas gracias por tu comentario, Antonio.
La realidad es que vivimos constantemente con la prisa del día a día y no nos damos cuenta de la importancia de parar y sentir. Ojalá nos parásemos más y nos permitiésemos esos pequeños lujos en los que hemos convertido tales situaciones.
Un abrazo!
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