Sentirse transparente es como sentir dolor, no se puede ocultar por demasiado tiempo.
Quizá la culpa sea de mi incesante necesidad de sentirme arropada, amada y valiosa, pero tal vez por eso necesite más atenciones algunos días.
A veces primero es el trabajo, los problemas, las facturas, las obligaciones; después ese resto de cosas que debemos hacer antes de olvidarnos, las urgentes que no pueden esperar y, cuando nos hemos dado cuenta, ya no queda tiempo para las personas a las que amamos.
Párate y piensa cuánto tiempo le dedicas a quien quieres, a las personas que consideras que son importantes para ti y sin las que te sería imposible vivir. Ahora abre los ojos y razona por un momento, porque estás viviendo sin ellos a sabiendas de todo ello. Pasamos horas y horas preocupados en el resto de cosas urgentes sin darnos cuenta que lo que está pasando es la vida.
Si hoy no dedicas tiempo a quien te quiere, quizá mañana ya no necesite de ese tiempo porque quizá lo haya buscado en alguien que sí que se lo da. Porque, a pesar de ser tu amor y atención el que quería y necesitaba, nadie puede esperar eternamente a que le miren para darse cuenta que está ahí.