Mi talón de Aquiles

2665_KIssmevlc-2.jpg

«Queda prohibido no besarse».

Cruzar nuestras miradas, cada una a un lado de la barra.
No dirigirte la palabra y desnudarte con cada parpadeo.
Mis pupilas se dilatan, lo noto.
Intento evadir mis pensamientos, obviarte y dejar de mirarte.
Me concentro en la copa, la misma que tú me has puesto.
El sabor a ron mezclado con la fruta de la pasión hace emulsionar en mi garganta un frenesí exquisito… pero no lo suficiente.
Es inútil. Si sigues pasando a mi lado, no tendré más remedio que…

– Cris
– ¡Si! – exclamo dando un respingo
– ¿Me estás oyendo? – pregunta
– ¿Eh?… Sí… – miento girando las pajitas negras en el tarro de cristal mientras bajo la vista hacia la copa.

El sutil vaivén del aire que me acaricia cuando pasas a mi lado, solo me hace recordar cuando aquella noche me sostenías entre tus brazos al besarme. Aquella inmensa avenida desierta se rendía ante nosotros, como si fuéramos dos amantes enamorados, dos locos que se besaban por primera vez, como si nunca antes nadie les hubiera besado. Yo intentaba huir y darte la espalda, inocente de mi, pues pensaba que con ese simple gesto podría librarme de la batalla que estabas librando en mi cabeza.

¿El detonante? Una pérdida repentina
¿La mecha? Tu cuerpo
¿El objetivo? El anterior junto al mío

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s