Y dejar las margaritas enteras,
porque para qué deshojarlas
si ya sé que me quieres.
Carlos Hope
Para qué negarlo,
para qué negarte.
Lo cierto es que me vuelvo loca por ti,
por cada vez que me miras
y haces que desaparezca el suelo que piso.
Cada vez que compartimos el mismo espacio y tiempo
me considero la persona más afortunada del mundo
por el mero hecho de estar a tu lado.
Aunque siempre alabas mis virtudes,
has de saber que he aprendido a valorarme
porque me ves mejor a través de tus ojos
que de los míos propios.
Quizá eso me haya hecho amarte un poco más,
porque no hay nada más bonito
que comprobar la admiración que sienten por ti.
Es cierto,
he de confesarte que muchas veces me desconecto
y busco mil motivos miedosos y absurdos
que me obliguen a alejarme de ti,
pero nada más lejos de la realidad, amor.
He llegado a amarte
y reconozco cuándo no es perecedero,
y ahora no lo es.
Tú eres la vida que me faltaba
para caminar a mi lado
y, así, unidos de la mano,
sincronizar nuestros caminos
y adentrarnos en un futuro inesperado.
No sé que nos deparará el sendero,
pero prometo hacerlo lo mejor que pueda.
No sueltes tu mano
y yo no soltaré la mía.
Bendíceme con tu compañía
y ya me encargaré yo
de que merezca la pena.
P.D.: ¿Me quieres?… porque yo a ti te amo.