Limerencia

IMG_8853 2

Tu olor en la almohada aún permanece, casi intacto.
Mi mente vaga al completo buscándote.
Arrastro mi cuerpo hasta tu orilla de la cama
y te encuentro.


Justo cuando me topo contigo,
mi sonrisa vuelve a iluminar tu mirada y,
sin saber cómo ni porqué,
me sonríes como si fuese lo que necesito al despertar.

Y es que tienes algo que me encanta,
que me enamora y enloquece hasta mis papilas gustativas.
Ya no es por tu cuerpo,
el roce de tus dedos entre los míos
o a qué saben tus besos,
sino que tienes tanta libertad
y dejas tanto cuando te vas,
que solo me apetece perderme
para volver a encontrarme contigo.

No estás en el verbo «hacer… el amor»,
ni siquiera en el «soñar… contigo»
porque hacer el amor… contigo
y soñar… contigo,
será lo menos que haré
de lo maravilloso que me parecerá
contemplarte mientras eres tú mismo
en plenitud.

Esto es inmarcesible,
hagámoslo con meraki.

FullSizeRender-14

Incluso odio que me digas eso de:
«yo he suspirado por la piel de tu cuello
y he jugado con ella provocando
erizamiento generalizado».
Estúpido engreído,
qué suerte tienes de hacerme sonreír
por cada una de tus tonterías.

Te hallo en cada pequeño rincón
y en cada inmenso detalle.
En mi hombro izquierdo reposa un beso tuyo
y en esa pulsera reside un resto de tu amor.

Cuando regresas a mi
ya todo es hermoso y adorable,
«te adoro».
Porque ya no necesito ver para creer.

Disculpa,
solo estaba soñando.

Me disparo porque te quiero, pero si me quisiera a mí mismo, te dispararía a ti.
Marilyn Manson

Deja un comentario