Mi verdad no es otra que quererte.

Por tus idas y venidas,
subidas y bajadas emocionales,
amores y odios…

Somos agua y aceite en un mismo vaso,
sal y azúcar sin poder distinguir quién es quién…

A pesar de muchas veces querer desaparecer
para no verte y seguir discutiendo,
a pesar de otras tener muchas ganas de abrazarte
y no querer hacerlo del todo por si te gastas,
a pesar de quererte
y no amarte por si se rompe,
quiero que sepas que,
pocas veces en la vida,
he sentido la alegría a través de la sonrisa de una persona
como si fuese la mía propia
pero, aún menos veces,
he sentido la necesidad de protegerla
olvidándome de la mía.

Somos agua y aceite en un mismo vaso,
somos sal y azúcar sin poder distinguir quién es quién…
y también somos el uno el reflejo del otro.

¡Gracias por tu tiempo!