Aunque el mundo se haya vuelto algo tenue, inhóspito e insensible,
estar a tu lado
me hace darme cuenta
que existe algo
por lo que
siempre
merece la pena.
Ese sabor de seguridad,
ese calor que cura cualquier herida,
esa medicina que solo tu creas
en el momento preciso
para curarme de cualquier mal
que me esté aconteciendo.
Gracias por regalarme tu tiempo
y, sobre todo,
gracias por tanto amor.
