A esta tierra que nos acoge, que nos envuelve y nos enamora,
a esta tierra que nos sostiene, que nos alimenta y calma nuestras penas,
a esta tierra que nos mece, mima y ama.
Esta tierra no puede tener otro nombre que Canarias.
Si sabes lo que significa «tolete», «cotufa» o «Arehucas»,
si sabes a lo que me refiero cuando te digo: «arrállate un millo»,
si distinguirías el sonido de un timple por encima del de tres guitarras españolas,
si conoces el silbo gomero,
si distingues a un «chicharrero» de un «canarión» únicamente por la forma de hablar,
si sabes que en los chistes de gomeros, siempre pierde el gomero,
si sabes quien es el gran Manolo Vieira y los (ya famosos) Rudy y Ruyman,
si sabes que La Unión Deportiva Las Palmas acaba de subir a primera,
(oe amarillo oe oe),
si de volcán, salitre y arena está hecha tu alma (parafraseando a baifos in the sky),
si sabes que juega el Tenerife cuando escuchas que nombran al Heliodoro y a Vitolo,
si no te importa ser conejero o majorero, palmero o herreño, guanche o guanarteme,
si dices «chacho» en vez de «muchacho», «chiquillo» en vez de «hijo» o «coche» en vez de «coche»,
eres de los míos.
Porque ser canarios no debería estar relacionado con ser los monos que se suben a las palmeras, ni siquiera con los que comen plátano y gofio todos los días porque nosotros somos más. Nosotros somos un archipiélago de un puñado islas e islotes pero formamos un solo corazón, una sola unión y un solo sentimiento. Porque, ¿quién de nosotros no ha experimentado alguna vez lo que se siente al viajar e ir a un lugar en el que no se ve el mar?, sabemos lo que se siente al estar rodeados de la familia en Semana Santa y que sea el sancocho el protagonista de esos días, nos sabe un desayuno en Teror que conste de un bocadillo de chorizo de Teror y un buen clipper de fresa, nos encanta ir a uno de los mejores carnavales del mundo, irnos de vacaciones a la isla de al lado, tomar el sol el día del año que nos apetezca sin importar primavera, verano, otoño o invierno y, por supuesto, tener mil y un rincones para desconectar de nuestra rutina diaria y conectar con la madre naturaleza a menos de una hora de donde nos encontremos.
Y esto, misijos, es la inigualable Canarias.
Si eres canario, comparte y sino, no me seas tolete y hazle saber a todos lo que se están perdiendo.
