«En estos momentos no pienso en la desgracia, sino en todas las cosas bellas que aún quedan».

«Trata de reencontrar la felicidad en ti misma, piensa en todas las cosas bellas que hay dentro de ti y a tu alrededor… y sé feliz». 

Bienvenid@ una semana más, mi querido lector. Allá vamos con el reto de hoy, ¡¡vamos a regalarnos un buen día!! Porque el día de hoy lo merece…

¡Música, maestro!

 

Hoy no quiero salir de la cama.
No quiero responder a los mensajes ni a las llamadas.
No me apetece ver a nadie.
No estoy lista para un nuevo día. 
No quiero ir a trabajar.
No quiero ir a estudiar. 
Total… un día más, ¿qué  más da?

Hoy voy a poder salir con más fuerza que nunca.
Yo puedo afrontar los problemas.
Voy a salir para que todo el mundo vea la sonrisa que tengo hoy en la cara. 
Hoy será un día genial.
Me apetece salir, ir a trabajar, luchar un día más con una sonrisa en los labios y alegría en el corazón.
Me apetece ponerme mi camiseta preferida y salir de aquí. 
Cuando alguien me mire, le sonreiré, sin importar quién sea o lo que quiera.
Yo solo quiero ser feliz y seré feliz.

Si te das cuenta, hay más motivos para salir de la cama cualquier día, ponerte tu ropa preferida y sonreír, que para hacer justamente lo contrario. Sin darnos cuenta, cada día nos machacamos psicológicamente para hacer lo más fácil: darlo todo por perdido y no hacer nada por conseguir lo que queremos.
El problema acaece llegado el domingo, que nos asaltan los pensamientos cómo: «¿lo habré hecho bien esta semana?», «menuda mierda de semana he tenido», «no me acordé de hacer esto o lo otro» o «no he aprovechado el tiempo un carajo«, pero no recordamos lo bueno que hemos tenido en esa misma semana, ni tan siquiera en ese mismo día.

No seamos cobardes ni débiles, hay muchas cosas buenas en nuestras vidas:
– personas que nos quieren
– salud
– familia y amigos
– lealtad
– estima
– un hogar
– y a nosotros mismos.

Lo peor que nos podría pasar, sin duda, sería no tenernos ni siquiera a nosotros mismos. 

 

 

«Todavía amamos la vida, aún no hemos olvidado la voz de la Naturaleza, aún tenemos esperanzas, esperanzas de que todo salga bien». – Ana Frank