«Contaremos juntos que el amor
es el único deporte en el que hay que empatar,
que el amor es un pasillo sin muros.
Que el amor es la gota, el río, la desembocadura y todo el mar,
desde la lágrima hasta el océano.»

Marwan

Cuando pienso en él, se me vienen a la mente varios rasgos y momentos de los que no me gustaría desprenderme…
como la cara que me gustaría que tuviese el padre de mis hijos,
la sonrisa con la que me gustaría levantarme todas las mañanas sin importar si sabe hacer un desayuno al punto o churruscado,
las manos que me gustaría que me acariciasen la espalda antes de caer en un plácido sueño en un día agotador,
los brazos que me darán toda la fuerza, calma y seguridad que necesite para continuar,
la espalda que le hará compañía a la mía para que los problemas choquen contra nosotros sin lastimarnos,
los ojos que me miren y admiren en cualquier momento y haga lo que haga,
el cabello que me permita sumergir mis dedos y zambullirlos en un continuo mimo
y ese enorme corazón que a veces se le escapa del pecho.

Si me preguntasen si estoy enamorada, sé que no sería adecuada una simple respuesta
pues solo quien sienta lo mismo que yo, podrá comprender que esto es más que amor.

Le amo. Aún lo hago.
Le amo… y lo seguiré haciendo.